Anualmente mueren 12,6 millones de personas debido a la mala calidad del aire que se genera en el mundo, cifra detallada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La preocupación que comparten individuos y sociedades está latente porque todos se exponen al humo producido por los vehículos, industrias, polvo y en otros casos el humo de cigarrillo que afecta tanto al consumidor como a la persona que está cerca.

El 23% de muertes es causado por la contaminación de combustibles fósiles, ocupando Ecuador el noveno lugar del top 10 en América Latina, detalla la fuente.

Las autoridades han buscado mecanismo que permitan reducir las partículas dañinas en el aire, reduciendo así el riesgo de salud, tales como, minimizar el número de vehículos que transitan implementando el pico y placa, así como otorgar beneficios tributarios a los vehículos híbridos o eléctricos, la construcción de vías para bicicletas o incluso restringir la movilidad.

Por otro lado, la pandemia obligó a restringir la movilidad de personas y vehículos durante tiempos prolongados, implementando de esta manera el teletrabajo en millones de personas, dejando de un lado la movilización diaria en vehículos.

Esto impactó de manera positiva, en 2020, durante la cúspide de las restricciones las emisiones cotidianas globales de CO2 llegaron a bajar un 17%.

En el caso ecuatoriano, la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico de Quito reportó una reducción del 70% de los contaminantes relacionado con el tráfico vehicular gracias a las cuarentenas.