PORTOVIEJO. En el hospital Verdi Cevallos cambian las sillas de ruedas o camillas por carros infantiles

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José Menéndez cuando iba a ser intervenido.

José Menéndez vivió una experiencia diferente junto a sus padres. Se convirtió en el primer niño en conducir un vehículo hacia su intervención quirúrgica en el hospital Verdi Cevallos Balda.
Esta casa de salud implementó este miércoles 25 de septiembre una nueva estrategia para el traslado de pacientes pediátricos hacia el centro quirúrgico.

El Hospital Verdi Cevallos se convierte en el primer hospital en el país, en cambiar las sillas de ruedas o camillas, por vehículos de niños, los cuales son “conducidos” por los infantes hacia su cirugía, lo que permite según Isauro Vinces, cirujano pediatra de la institución, disminuir el temor de los niños al momento de ingresar a una intervención quirúrgica, generándose más confianza entre el paciente y el personal de salud.

Giusseppe Alcívar, gerente del hospital, indicó que esta estrategia se enmarca dentro de las acciones que se tienen previstas en esta casa de salud, para el fortalecimiento en la atención integral que se brinda a los usuarios.

Enfatizó en que se tienen previstas más actividades que estarán acorde a las necesidades que tenga cada grupo etario.

“Queremos que la estadía en el hospital sea agradable, en ambientes confortables, que los usuarios mantenga la confianza en el personal de salud, que está para garantizar la atención oportuna e integral de quienes acuden a la institución”, enfatizó Alcívar.

La felicidad de José, llenó de alegría al personal operativo y administrativo del hospital, quienes hicieron una corte de honor, aplaudiendo mientras el niño pitaba y sonreía, acompañado de sus padres y funcionarios de la institución.

Al llegar hasta el centro quirúrgico, fue recibido por médicos residentes y especialistas, así como de personal de enfermería, quienes formaron un equipo multidisciplinario para la atención en la operación de circuncisión fimosis, de la que salió satisfactoriamente y que luego de su recuperación, volvió a conducir el vehículo en el que regresó a la sala de hospitalización de cirugía.

Jaime Menéndez, padre de José, expresó sentirse feliz de que su hijo haya tenido la oportunidad de vivir esta experiencia, que permitió que el niño se entretenga y no sea difícil el momento en que debe separarse para el ingreso a su proceso quirúrgico.

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