❖ MANABÍ▮El «Manabulario», un tesoro lingüístico que celebra nuestra identidad

Manabí no solo es tierra de playas, montes, cacao y tradición. También es cuna de un lenguaje sabroso, auténtico y profundamente arraigado en la identidad de su gente: el “Manabulario”, ese universo de palabras propias de la provincia de Manabí.
En el marco de la conmemoración por la provincialización de Manabí, hablar del manabita también es hablar como manabita. Desde expresiones como “amarrar el burro” hasta decirle “cuche” al clavado o “julepa», estas palabras forman parte del habla cotidiana en nuestros cantones y comunidades, transmitiéndose de generación en generación como verdadero patrimonio oral.
Algunas joyas lingüísticas:
- Ventiado: Persona con el ego muy alto
- Quedito: Quedarse callado y sin moverse
- Jachudo: Persona rebelde, respondona o necia
- Pescuezo: Cuello de una persona
- Juetiza: Azote fuerte, especialmente con látigo
- Guácharo: Quedarse solo o sin compañía
- Aguaitar: Observar o vigilar con cuidado
- Coger fresco: Salir a tomar aire
- Mico/Mica: Persona de piel clara y cabello rubio
- Palizada: Caldo espeso con menudencias de gallina
- Turungo: Golpe en la oreja o la frente
- Chicotea: Golpear
- Tantear: Revisar, mirar bien algo
- Arrejúntate: Acércate, únete
- Échate: Acuéstate o recuéstate
- Su gracia: Su nombre (usado para preguntar cómo se llama alguien)
- Asúntate: Cálmate, modérate
- Cuche: Sumergirse en el agua
- Viravuelta: A la vuelta de la esquina
- Gloriado: Agua de hierbas o infusiones
- Júcale: Orden para que el perro ataque
- Tatequieto: Golpe correctivo para que alguien se calme
- Amarrar el burro: Quedarse dormido después de comer o hacer siesta fuerte
- Quiño: golpe
- Arremangar: subirse las mangas de la camisa.
- Tomar el café: desayunar.