❖ MANABÍ▮Pilarcita, la tejedora de 103 años que mantiene viva una tradición en Portoviejo

A sus 103 años, Pilarcita Véliz sigue despertando antes del alba en la comunidad San José de Picoazá, en Portoviejo, para continuar una labor que inició hace más de nueve décadas: tejer sombreros de paja toquilla, un arte ancestral que heredó de su abuela cuando apenas tenía 10 años.
Con manos firmes y una memoria prodigiosa, Pilarcita elige las hojas, las tiñe con anilina verde y les da forma hasta convertirlas en finas piezas que llegan a Montecristi, cuna del sombrero. Su tono de voz enérgico, su lucidez y su disciplina diaria asombran a quienes la conocen, al punto que muchos deben revisar su cédula para creer que nació el 8 de julio de 1921.
Esta admirable mujer no solo representa una tradición viva del tejido manabita, sino también un símbolo de constancia, pasión y herencia cultural. “Seguiré trabajando hasta que Dios lo disponga”, dice con serenidad y orgullo.
Pilarcita, con su historia y sus sombreros, continúa entrelazando el alma de Manabí con cada hebra de paja, convirtiéndose en un ícono de identidad y resistencia cultural.